lunes, 20 de marzo de 2017







https://germanriva.wixsite.com/almasdespiertas




  REGISTROS AKÁSHICOS

Registro Akáshico es un término que proviene del sánscrito “akasha” y se refiere al quinto elemento, al éter, aquello que está en todo y lo contiene todo. 

Esta referencia nos aproxima a dimensionar su significado, en esencia indefinible.

Una mirada acerca del concepto nos transmite que el Registro Akáshico es “la Fuente” que contiene todas las experiencias del Alma en su expresión divina y de las almas en sus expresiones individuales (bajo la ilusión de la separación).

Entendiendo lo anterior, podemos comprender de mejor modo a la disciplina que también se conoce con el nombre “Registros Akáshicos”.

Esta disciplina enseña cómo acceder de forma consciente y elegida al Registro Akáshico y a partir de ese punto, comenzar a identificar las interferencias del Ego que surgen como un intento de evitar la transformación que constantemente estarán proponiendo los propios Registros.

Este trabajo con los Registros es una forma de vida, pues mientras más alguien se “trabaja”, se va haciendo auto-responsable, y profundiza en el conocimiento del propio Ego, no sólo va transformando su vida en concreto, volviéndose más libre y feliz, sino que además su comunicación con los Registros se va volviendo más fluida y más consciente, lo que permite alcanzar niveles de profundidad mayor y se obtienen oportunidades de hacer cambios también más profundos, lo que se convierte en una espiral de evolución consciente sin fin.

Algo interesante a destacar es que los Registros Akáshicos vibran con la energía del amor incondicional, lo que por una parte nos ayuda a distinguir la procedencia de los mensajes, aunque lo más importante es que jamás entregan algo que los involucrados no estén en condiciones de recibir. Más aún, lo que entregan, lo hacen de la forma que el alma de quien lo recibe, más necesita. La compasión es inherente a los Registros Akáshicos y se adaptan a las limitaciones y condicionamientos de los involucrados, permitiendo que lo necesario para las almas en cuestión se manifieste.

Por todo lo anterior y sin pretender definir (limitar), podemos sintetizar el concepto con las siguientes aproximaciones.

Desde el punto de vista conductual, los Registros Akáshicos serían una herramienta de desidentificación del Ego, pues quienes la usan (quienes trabajan con sus Registros, haciendo cambios concretos en sus vidas), elevan sistemáticamente su nivel de consciencia en relación a su Ego, descubriendo gradualmente sus mecanismos de reacción y las razones porqué actúa del modo en que lo hace, lo que permite crear formas de conducta diferentes, más sanas, más libres, más cercanas a lo que el alma elige.

Desde el punto de vista espiritual, los Registros Akáshicos actúan como una herramienta ascensional, pues nos ayudan a recobrar la consciencia de que también somos La Fuente, guiándonos compasivamente mientras hacemos cambios conscientes e incluso transformándonos de modo espontáneo.

Desde el punto de vista energético, los Registros Akáshicos se constituyen en una herramienta de sintonización con la energía del amor incondicional, pues cada vez que se trabaja con los Registros, más allá de que se hagan o no preguntas, algo ocurre, que trasciende lo mental, una transformación espontánea comienza a suceder y por supuesto que si se trabaja de modo permanente, esto se hace evidente. La misma transformación que proponen a nivel mental, también se manifiesta a nivel energético. Esto es parte de un fenómeno que denominamos “Sanación Akáshica”.

Las dos formas más habituales de beneficiarse directamente de esta disciplina son a través de las Lecturas de Registros Akáshicos, en donde cualquier persona, sin tener estudios del tema, puede agendar turno con un Lector o Lectora y preguntar acerca de los temas más relevantes en su vida o, literalmente, lo que desee. La otra forma habitual de beneficiarse de esta disciplina, es formándose, aprendiéndola e integrándola al trabajo personal.

LECTURA DE REGISTROS AKÁSHICOS 

Una Lectura de Registros Akáshicos es el encuentro sagrado entre almas que están buscando dar saltos evolutivos relevantes (tanto cliente, como lector y todos los involucrados).

Técnicamente, consiste en una consulta individual, durante la cual el Cliente puede hacer una serie de preguntas de cualquier tipo, las que el Lector responde desde el Registro Akáshico del Cliente.

La duración es relativa y depende de cada caso. Suelen tardar menos de una hora.

Es indispensable que el Cliente haya pedido su Lectura.

Un Lector no puede acceder a los Registros Akáshicos de otro ser humano sin este pedido previo.

Además, en la Academia Holística, principal escuela de Registros Akáshicos a nivel mundial, los Lectores realizan un procedimiento adicional. Tras el pedido realizan un protocolo denominado “Validación”, para garantizar que sea el Lector perfecto para el Cliente y viceversa.

No hay límites en relación a qué preguntar, es decir, un cliente puede preguntar literalmente por el tema que desee.

Algunas preguntas frecuentes son: ¿Cuál es mi propósito en la vida? ¿Porqué estoy padeciendo determinada enfermedad? ¿Cómo puedo mejorar mi relación de pareja? ¿Cómo puedo ser más próspero en esta vida? entre infinidad de otras.

Las respuestas están acotadas al amor incondicional, lo que garantiza que cada respuesta esté vinculada a lo que el Alma está buscando y a lo que el Ego está en condiciones de recibir.

Esto permite que no se reciban respuestas que el Cliente, Lector o cualquiera de los involucrados aún no están en condiciones de recibir.

Del mismo modo, permite que se reciba lo que el Alma está buscando, que no siempre coincide con las expectativas del Ego del Cliente. En este sentido, los Lectores de Registros Akáshicos están al servicio del Alma del Cliente.

El Registro Akáshico promueve la evolución y amplía niveles de consciencia, permitiendo que cada cual vaya recuperando gradualmente la certeza consciente de su unidad con la Fuente, lo que en la práctica reconecta con la auto-responsabilidad en aquellas zonas condicionadas.

Dicho de otro modo, permite recuperar la responsabilidad en aquellas áreas donde creemos ser menos de lo que realmente somos, o tenemos distorsionada la sensación de merecimiento, o cargamos capas de culpa producto de experiencias en esta vida u otras.

Una formación seria y responsable en la disciplina Registros Akáshicos le permite al Lector honrar este proceso, poniendo en contacto a los clientes (y a sí mismo) con las áreas de su vida que ya están en condiciones de hacer cambios, en muchos casos entendiendo el porqué se condicionó desde un principio (para los Egos que lo necesitan) y tal vez lo más relevante, sanando aspectos cruciales, en muchos casos, sanando lo sucedido de raíz, liberando esa área de la vida.

Este fenómeno es conocido dentro de la disciplina como “Sanación Akáshica” que en cada Lectura, sucede a determinados niveles.

En algunos casos, lo recibido en una Lectura de Registros Akáshicos, promueve determinados impulsos que requieren procesos terapéuticos puntuales, los que generalmente son recibidos desde el propio Registro Akáshico y entregados al Cliente. En otros casos requieren un acompañamiento de mayor alcance.

 En síntesis, una Lectura de Registros Akáshicos es un encuentro sagrado entre aquello que se siente ilusoriamente separado, con la consciencia unitaria, lo que genera impulsos que promueven cambios, cambios que conducen hacia una felicidad plena, restaurando la capacidad de co-crear todo lo que nuestra Alma quiere en esta vida y dejar de co-crear aquello que no quiere.

http://www.lauramagallan.com/





Elegí y solicita información de tu Actividad

Almas Despiertas Centro Holístico




 

Cómo limpiar el cuerpo de la energía 

de las ex parejas

Las relaciones  sentimentales implican un intercambio de energía muy fuerte entre los seres humanos. El contacto físico y sexual, además, implica el intercambio de información sensorial, datos químicos y hormonales, vibraciones, sensaciones que percibimos de forma consciente e inconsciente, y por supuesto de energía.
 Cuánto más cercana e íntima es nuestra relación con una persona, los "hilos invisibles" que se forman con ella son más fuertes y transmiten más energía.
En las relaciones sexuales, se forma otro lazo, muy íntimo y cercano, que no tiene que ver con que la relación esté acompañada o no de sentimientos; porque el cuerpo en sí mismo da y recibe energía, y la mente percibe cosas, aunque no nos detengamos a reflexionar sobre ellas.
Durante el sexo, energéticamente pasan cosas que van más allá de nuestra capacidad de comprensión, y se crean lazos energéticos que nos unen a esa persona con la que estuvimos, al menos hasta que seamos conscientes de ellos y logremos cortarlos.
Los lazos energéticos tienen un aspecto positivo y uno negativo: el positivo es que, cuando amamos a una persona, esa conexión nos llena de su amor y le transmite el nuestro. La negativa es que, cuando una relación ha terminado pero seguimos unidos, ese vínculo energético nos perjudica y se vuelve una carga pesada que se debe cortar.

Meditación y visualización para cortar los lazos energéticos

Una de las formas de cortar un lazo energético y liberar nuestro cuerpo y alma de la energía de la o las personas con las que tuvimos una relación y ya no la tenemos es mediante una meditación y visualización.

Puedes seguir estos sencillos pasos:

  1. Siéntate en una postura muy cómoda, pero que no te de sueño. Respira conscientemente varias veces hasta sentirte relajado.
  2. Cuando estés sereno, visualiza el canal central que recorre todos tus chakras y que une también el cielo y la tierra. Imagina cómo la energía del cielo y de la tierra llegan a tu chakra corazón cuando respiras.
  3. Cuando sientas lleno el chakra corazón, visualiza cómo se expande esa energía hasta todo tu cuerpo, que se vuelve luminoso. Imagina cómo la luz rompe las barreras y sale hacia afuera de tu cuerpo.
  4. Rodeado de luz, empieza a hacer contacto con la persona con la que vas a cortar un lazo. Recuerda que es un ser de luz maravilloso; pero que lo que vas a hacer ahora es parte de tu camino de evolución personal.
  5. Si tienes algo que perdonarle, perdónalo. No dejes que ninguna acción del pasado te perjudique.
  6. Visualiza tus chakras y los suyos: observa los lazos que hay entre ellos, siente la conexión. 
  7. Imagina unas tijeras energéticas. Con ellas, ve cortando cada uno de los lazos. Cuando hagas los cortes, afirma: "corto este lazo con (di su nombre)".
  8. Luego de cortar los lazos, afirma: "no te permito que vulvas a engancharte a mí". Así impides que la otra persona pueda volver a crear lazos contigo.
  9. Despídete de él o ella, deseándole lo mejor en su camino y evolución. 
  10. Observa cómo estás libre y en paz.
Es posible que tengas que repetir la meditación si los lazos son muy fuertes. Siéntete libre de hacerlo. Además, debes asegurarte de que no te quede ninguna negatividad hacia la otra persona antes de cortar los lazos. Si no sanas esa relación, seguirás sufriendo, por más lazos que intentes cortar. 

Pequeño ritual

Algunas personas se sienten mejor con la meditación y ya tienen experiencia con ella, pero a otros les resulta difícil o no pueden despejar sus mentes de otros pensamientos.

En esos casos, puede ser útil hacer un "pequeño ritual", que también es una forma de meditación, pero resulta más simbólico y concreto.

  1. Piensa en todas las parejas sexuales que haz tenido, pronuncia sus nombres uno a uno. Si no lo sabes o no lo recuerdas, visualízalos. 
  2. Mientras lo haces, realiza en un hilo rojo un nudo por cada persona. Repite: "Nada de ti en mí, nada de mí en tí. Gracias. Paz." Tienes que tener la intención honesta de quedar en paz con esa persona.
  3. Enciende una vela blanca, siéntate frente a ella. 
  4. Ofrece de corazón un pensamiento generoso por la salud y liberación espiritual de cada una de las personas que acabas de nombrar, y quema el hilo. 
  5. Permanece unos minutos meditando y luego apaga la vela. Recoge los restos de hilo, y no los guardes.

Fuentes:
Entre Mujeres


Aprender a no huir de las emociones



  Las emociones tienen voz, nos hablan y nos cuentan cómo nos estamos sintiendo. Las emociones nos muestran qué necesitamos en cada momento, ¿Qué ocurre si no les hacemos caso, si las ignoramos? Solo podremos apagar sus voces, pero no sus necesidades.
Vivimos rodeados de las prisas, de intentar pasar rápido y a otra cosa, del “no te preocupes“, del “tu lo que tienes que hacer es…”, del “no hagas caso”, “olvídate de eso”, “intenta no pensar en aquello”… Todas las emociones tienen una función adaptativa, si no las escuchamos se guardan y volverán a aparecer con más fuerza cuando necesiten volver a salir. Y sí, muchas veces en los momentos menos oportunos.
Por ejemplo, la tristeza nos está diciendo que necesitamos parar, que necesitamos quedarnos con nosotros mismos y por ello no tienes ganas de salir y estar con gente. La alegría, en cambio, nos está animando para salir al exterior y socializar. El asco nos está avisando de posibles peligros para nuestro organismo, el miedo, nos mantiene en alerta y nos protege.
Si aprendemos a escucharlas y a no huir de ellas podremos entender de qué nos está avisando. Así, al hacerles caso quizás conozcamos una parte de nosotros oculta hasta entonces o con necesidades que no hemos dejado satisfechas aún.

¿Qué ocurre si medicamos las emociones?

Todas las emociones en su justa medida son adecuadas y funcionales, el problema vendrá cuando alcancen límites que no son tolerables para la persona o le impidan seguir con su camino. Esto nos ocurre cuando no les hacemos caso, intentamos minimizarlas o pasar de
puntillas sobre ellas.
Como hemos dicho antes, las emociones tienen voz, ¿Qué ocurre entonces cuando medicamos emociones funcionales? Apagamos su voz, las callamos, pero lo que no conseguimos es acabar con lo que nos quieren decir. Si aprendemos a escucharlas lograremos saber qué nos están diciendo, cumplirán su función y dejarán paso a las demás emociones.
El huir de las emociones conlleva medicar, acallar o contener con el único objetivo de que pasen rápido y estemos siempre felices y contentos, viviendo la vida y disfrutando. Esto es muy peligroso ya que se nos “obliga” a tener que utilizar caretas. Las utilizamos porque somos presionados, muchas veces por nosotros mismos, a reflejar en nuestros rostros emociones muy 
distintas a las genuinas.
Parar y oír, cerrar los ojos y escuchar, darnos lo que necesitan nuestras emociones, igual es sobrecogernos con nosotros mismos, unos minutos de soledad como sugiere la tristeza, o igual es valorar las opciones para no lanzarnos al vacío, como nos ayuda el miedo. Pero esto no lo sabremos si nada más aparecer callamos sus voces con un ansiolítico o un antidepresivo.
Salvo que emerjan en una explosión que amenace con superarnos, lo recomendable es escucharlas para que no cojan más fuerza y no aparezcan posteriormente con más voz. Una voz que será ya incontrolable para nosotros, entonces sí que necesitaremos ayuda externa.

Aprender a escuchar las emociones

Vivir en armonía implica abrir nuestros sentidos, ya que vivimos en sociedad y nos adaptamos como seres sociales que somos. Pero antes de ser seres sociales somos seres completos, por ello necesitamos una estructura personal bien formada y estable que encaje en un entorno exterior.
Así, las emociones son parte de nosotros pero no son “nosotros”, vienen y van, algunas se quedan más y otras solo nos acompañan momentos determinados. Para bien o para mal, las emociones no son eternas. Se hecho esta brevedad está en su definición; de otra manera hablaríamos de una estado emocional y no de una emoción.
De vez en cuando estaría bien preguntarnos ¿cómo me estoy sintiendo? ¿qué emoción puede estar acompañándome en este momento? Esto nos ayudará a comprender qué nos ocurre y conectar con las propias emociones. Si no huyo de ellas lograré crear un equilibrio en el que poder edificar el bienestar. Este equilibrio se apoyará a su vez en la idea de que ninguna emoción es dañina (en sí misma y por sí misma), simplemente su voz narra algo relacionado con lo que ocurre en mi interior.

 Fuente:

La Mente es Maravillosa

 

 


El Centro Holístico Almas Despiertas se basa en un concepto de estilo de vida original centrado en crear un lugar dinámico, saludable y reflexivo, combinando tres planos de acción; mente, cuerpo y alma, para un cambio profundo.

PARA ABONAR CON TARJETA DE CRÉDITO CLICK AQUÍ

 

La respiración profunda: una forma sencilla de mejorar tu vida

La respiración profunda nos ayuda a calmar la agitación, el estrés y la ansiedad. Respirar bien para vivir mejor es un principio de bienestar físico y mental que reclama nuestra atención entre la prisa y las presiones con las que convivimos. A su vez, y no menos interesante, este tipo de respiración nos permite conectar mucho mejor con nosotros mismos, con nuestras necesidades vitales…
Son muchas las culturas que ven en el proceso de respiración algo más que ese acto -en apariencia- involuntario que garantiza nuestra supervivencia y al que apenas prestamos atención. Muchos de nosotros formamos parte de ese mundo hiperventilado que de pronto, cuando siente la necesidad o la curiosidad de practicar el yoga, el Mindfulness o Tai-Chi, toma conciencia de que respirar es algo más que tomar aire, para expulsarlo de nuevo.
 En ese proceso rítmico de expansión y contracción, la respiración representa también esa polaridad constante que vemos en la naturaleza, como la noche y el día, como la vigila y el sueño, como la calma y la tormenta, la primavera y el invierno… Es un ciclo que tiene sus pautas y sus tiempos, su música interior y sus increíbles beneficios en caso de hacerlo correctamente.
La mayoría de nosotros respiramos rápido y de modo superficial, infrautilizando la capacidad de nuestros pulmones, que apenas se expanden. En un estado normal respiramos entre 17 o 18 veces por minuto. Sin embargo, cuando sufrimos ansiedad o estrés, el número de esa frecuencia respiratoria se dispara, pudiendo alcanzar incluso las 30 respiraciones. Es un riesgo. Es como vivir con una espada de Damocles sobre nuestra cabeza al generar un progresivo desequilibrio que afectará a nuestra presión arterial, a nuestro sistema inmunitario y a nuestros músculos e
incluso a nuestra mente.
Sin embargo, algo tan simple como “respirar hondo” y hacerlo con control genera un beneficio sistémico, equilibrando múltiples procesos y proporcionando una vía de salida a muchas de esas emociones negativas que atenazan nuestro día a día.
¿Y si aprendemos a respirar bien para vivir mejor?

 Fuente:

La Mente es Maravillosa



 



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario